Paren las rotativas! Okey, puede ser que en las entradas anteriores haya estado más depre de lo normal, y haya exagerado un poco (bastante). La verdad es que a veces, escuchar tantas cosas negativas, ver el comportamiento de ciertas personas, hace que todas tus creencias e ideales se vayan al cuerno. Incluso te hace pensar que todos los hombres son una mierda incapaces de tener sentimiento alguno mas allá de la calentura (quiero aclarar que este no es un comentario sexista ni feminista; es que simplemente nunca me gustaron las mujeres, así que no puedo opinar de ambos géneros). Sin embargo, es importante aclarar (y muchas veces recordar) que no todos son iguales. Que la mayoría se maneje así, sin importarles nada, o que yo sea un radiador para terminar saliendo siempre con pendejos... ese es otro tema, pero no son todos iguales.
También hay otro tema.. desde pequeños nos enseñaron que la única forma de ser feliz es encontrando a tú media naranja... ¿Y si a mi media naranja la hicieron jugo? ¿O nunca nació? ¿O está en la otra punta del planeta? Evidentemente cague fuego.
Supongo que es por eso que todos en cierta forma, y a veces inconscientemente, nos sentimos presionados. Presionados cuando todos tus amigos tienen pareja y vos no. Presionados porque estas sólo como una ostra y por eso "pensas" que no sos feliz. Presionados porque ves que van pasando los años y tenes miedo de ser un/a solterón/a, etc.
Es por eso que hoy quiero compartir algo que últimamente estuve considerando en mi cabeza. ¿Qué pasaría si yo les dijera que la clave de la felicidad no siempre se traduce en encontrar a tu otra mitad? ¿Qué pasaría si yo les dijera que probablemente la felicidad de cada uno depende de sus propias ambiciones?
Evidentemente, y es algo que se nota sólo con leer este blog, a mi no me ha ido muy bien que digamos en lo que son cuestiones de amor. Okey, es cierto, me sigo dando la cabeza contra la pared, intentándolo una y otra vez. Soy una enamoradiza incurable. Pero he decidido buscar algo así como "alternativas de felicidad" que no implique necesariamente enamorarse.
Y de esta forma es que he decidido concretar, o al menos intentar, una de mis pasiones favoritas: bailar. Con algo de suerte este domingo tendré mi primera clase de salsa. Y si todo va bien, aprenderé a moverme y dejaré de tener dos pies izquierdos.
Sólo es cuestión de ver lo que pasa. Siempre con optimismo y una sonrisa en los labios, porque nunca (pero nunca) sabemos que es lo que el destino puede depararnos...
También hay otro tema.. desde pequeños nos enseñaron que la única forma de ser feliz es encontrando a tú media naranja... ¿Y si a mi media naranja la hicieron jugo? ¿O nunca nació? ¿O está en la otra punta del planeta? Evidentemente cague fuego.
Supongo que es por eso que todos en cierta forma, y a veces inconscientemente, nos sentimos presionados. Presionados cuando todos tus amigos tienen pareja y vos no. Presionados porque estas sólo como una ostra y por eso "pensas" que no sos feliz. Presionados porque ves que van pasando los años y tenes miedo de ser un/a solterón/a, etc.
Es por eso que hoy quiero compartir algo que últimamente estuve considerando en mi cabeza. ¿Qué pasaría si yo les dijera que la clave de la felicidad no siempre se traduce en encontrar a tu otra mitad? ¿Qué pasaría si yo les dijera que probablemente la felicidad de cada uno depende de sus propias ambiciones?
Evidentemente, y es algo que se nota sólo con leer este blog, a mi no me ha ido muy bien que digamos en lo que son cuestiones de amor. Okey, es cierto, me sigo dando la cabeza contra la pared, intentándolo una y otra vez. Soy una enamoradiza incurable. Pero he decidido buscar algo así como "alternativas de felicidad" que no implique necesariamente enamorarse.
Y de esta forma es que he decidido concretar, o al menos intentar, una de mis pasiones favoritas: bailar. Con algo de suerte este domingo tendré mi primera clase de salsa. Y si todo va bien, aprenderé a moverme y dejaré de tener dos pies izquierdos.
Sólo es cuestión de ver lo que pasa. Siempre con optimismo y una sonrisa en los labios, porque nunca (pero nunca) sabemos que es lo que el destino puede depararnos...

No hay comentarios:
Publicar un comentario