A veces el corazón late de tantas formas que no entendemos. Sólo basta una mirada o una sonrisa y enseguida nos perdemos enamorados locamente de una persona. Tal vez, a veces, ni siquiera la conocemos, pero te deslumbró su forma de caminar o justo al pasar por su lado te miro a los ojos de una forma tan profunda, que ya no podemos ser consientes de nada. No reaccionamos y nos embobamos. Y todo puede pasar tan rápido, en tan pocos segundos..
Cómo nos decepcionamos, cuando a la persona que amamos y con la que queremos pasar toda la vida, le pertenece a otro. ¿Por qué tiene que ser así la mayor parte de las veces? Nos disgusta ver cómo esa tercera persona, que sobra en nuestra ecuación de felicidad en donde 1 + 1 es igual a 2, maltrata, desprecia a nuestros respectivos amores. Si ellos supieran. Si vos supieras. Si me dieras la oportunidad, si estuvieras a mi lado, nunca te lastimaría ni te dejaría solo. Cuidaría de vos en cada momento y te daría todo, incluso mi corazón.
Me duele verte con ella que te desprecia y te engaña. Me duele que no me pertenezcas.
A veces el corazón late de tantas formas que no entendemos...
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